jueves, 28 de abril de 2011

La convicción de necesitar más de una autoría, como Pessoa, que pueda hacer numerosísimos libros con cada una de ellas.

Pues hay al menos cuatro lenguas, al menos sietes concepciones del Arte o del Poema o de la Belleza y muchos pero muchísimos más también estilos y géneros y estilos literarios.

La complicidad, el llanto o el enojo son problemas del lector, no de quien escribe.
¡Qué me vienen a hablar a mí del que escribió ese texto si el que escribió ya está muerto hace tiempo!
¿Acaso yo tengo algo más que ver aparte de la cara y de algún recuerdo?

Escribo sencillamente porque no puedo parar. ¡Cuántas veces hubiera preferido dormir, comer, bañarme! Es una dicha insólita saber que los instantes más perfectos son también los más fugaces. Pesar de párpados, insomnio, locuras de fin de semana en martes, jueves, lunes. Y en medio del instante uno ya sabe que es eterno, que el Arte es siempre pasado y la satisfacción se prolonga minutos o días, pero no más. ¡Siempre los poetas van a la muerte! Y es cierto, porque el poema es la muerte. Porque el Pasado es la Muerte. Y porque el destino nos espera siempre para morir millones de próximas veces más.
Qué lindo.

Si el significante "gay" tiene este significado, entonces, lo acepto sin tapujos: soy "gay".

lunes, 21 de marzo de 2011

Un saber que no sabe lo que sabe


Caigo a los pies de una escalera interminable
donde descansan todos los arroyos
de todas las aguas
de todos los continentes.

A donde las campanas se sulfuran con los pájaros
y los niños corren descalzos por los adoquines.

Voy al mismo lugar donde la sangre
se recompone de sus látigos
donde el perturbador más bravo se hace pis encima
donde la rebelión de los culpables exige nuevas ceremonias
donde todos los sueños que se rompieron vuelven a juntarse
donde las caceloras silban en los pechos
para no dormir los dedos ni olvidarse de las manos.

Voy al mismo lugar de donde vengo
de donde vine
de donde caigo.

Ugly Day


Su Señoría lo confieso, debería haber asistido a la clase; pero a veces el destino se confabula contra el ser humano y el ser humano se confabula contra sí mismo.